El Lean Six Sigma no solo genera buenos resultados, sino también aumenta la reputación ante inversores y socios de la empresa. Por ello se ha convertido en un sistema fundamental para su crecimiento y para la resolución de problemas.
El Lean Six Sigma es una metodología orientada a la logística y cadena de suministro que busca disminuir la variabilidad de procesos, dando prioridad a lo que los clientes piden. Para ello, utiliza varias herramientas para resolver todos los problemas relacionados a los factores que dificulten que un producto no cumpla con los requerimientos asignados. Así, elimina los defectos en las entregas finales.
José Luis Giménez, define en qué consiste esta metodología. «El Lean Six Sigma es un enfoque integrado que busca la sinergia entre dos estrategias exitosas: lean, cuyo objetivo primordial es la búsqueda de la eficiencia, y Six Sigma, cuyo objetivo central es la reducción de la variabilidad en los procesos llevados a cabo por una compañía». Algunos de los problemas principales que resuelve son los siguientes:
Inconvenientes relacionados al tiempo de transporte para el usuario final
Por ejemplo, delivery, entregas en el punto de venta, etc.
Riesgos de calidad
Como no cumplir con las especificaciones de material o proceso de producción del producto. Para ello se concentran más trabajadores en velar por este aspecto desde un inicio.
Riesgos de falta de proveedores
Algunas veces son los mismos proveedores los que realizan la entrega (tercerización final). Por ello es importante realizar una coordinación eficaz con ellos en todo momento.
Problemas internos
La logística es todo un proceso que requiere la participación de diversas áreas dentro de la organización. El Six Sigma se centra en propuestas de liderazgo y acción para prever cualquier descoordinación.
«El Lean Six Sigma busca la constancia en la forma de llevar a cabo los procesos, asegurándose la calidad y conformidad a las especificaciones de los productos finales», señala Giménez. «Permite a las empresas organizar sus procesos de forma eficiente, creando elementos diferenciadores para la satisfacción de los clientes». Para resolver cualquier tipo de problema en los procesos, se basa en cinco pilares:
• Define la meta de un proyecto logístico y los requerimientos que el cliente tiene al respecto.
• Mide todas las probabilidades o variables que pueda tener este proceso para especificar cuál sería el rendimiento futuro.
• Si existen variaciones que puedan poner en peligro los procedimientos, analiza y determina todas ellas y las posibles soluciones.
• Elimina, cambia o mejora las causas de las variaciones a través de métodos como implementación de maquinarias, nuevos productos, suma de profesionales encargados, etc.
A través de las mejoras o cambios hechos anteriormente, se establece un mecanismo de control de rendimiento para prevenir cualquier problema en procesos próximos y similares.
Una herramienta complementaria para el Lean Six Sigma es el value stream mapping (mapa de flujo de valor). Está enfocada a analizar flujos de datos y materiales del proceso de producción para eliminar problemas que impidan entregar un buen producto. Para implementarla, se dibuja un mapa de flujo de valor colocando cada etapa de un proceso de producción.
Luego, en cada fase, se analiza la información requerida según el cliente. Después se identifica todo lo que no aporte valor para él y se elimina del mapa. Por último, se implementan acciones para mejorar el proceso con el objetivo de establecer un mapa definido sin estos desechos logísticos.
El Six Sigma es una buena estrategia de negocios dentro de la cadena de suministro, pero aplicable en otro tipo de áreas. Al identificar y eliminar defectos en la producción, se enfoca en la calidad de lo que la empresa brinda, por lo que aumenta su reputación y credibilidad no solo ante clientes, sino también ante socios e inversores.